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Manitas vs contratista: ¿Cuál es la diferencia?

Manitas vs contratista: ¿Cuál es la diferencia?

3 febrero, 2022
Manitas vs contratista: ¿Cuál es la diferencia?

En ocasiones puede ser complicado entender la diferencia entre un manitas y un contratista independiente y saber qué es lo que más le conviene a tu empresa. Por norma general, ambos realizan tareas a domicilio, pero es posible que no se parezcan tanto como crees. 

El volumen de trabajo, la formación, las licencias o la experiencia son algunas de las diferencias que condicionan ser un manitas o un contratista.

¿Qué es un manitas?

Un manitas es popularmente conocido como alguien que hace pequeños arreglos y trabajos a domicilio como su forma de ganarse la vida. Normalmente, estos trabajos son reparaciones, pequeñas reformas y tareas de mantenimiento

A los manitas, generalmente, no se les pide ningún tipo de calificación, aunque se presupone que tienen experiencia haciendo lo que hacen porque llevan tiempo con las mismas tareas. Normalmente, esta experiencia la adquieren por su cuenta o habiendo trabajado durante un tiempo con otros manitas.

Algunas de las tareas más comunes a la hora de pensar qué hace un contratista son, por ejemplo, la reparación de una ducha, un grifo o un escape de agua, la limpieza de cañerías, la instalación de una televisión en la pared o el montaje de cualquier mueble. Trabajos, sobre todo, para los que no se necesite licencia y que puedan acarrear problemas judiciales.

¿Qué es un contratista?

Un contratista es una persona que cuenta con licencias, es decir, ha hecho una formación reglada y tiene ciertos certificados que lo acrediten. Normalmente, no solo hacen tareas en domicilios, pero si es así, son tareas calificadas

Suelen ser técnicos de clima, electricistas, fontaneros, paletas, instaladores de gas, carpinteros o lampistas y se encargan de proyectos más grandes que un manitas.  Pueden abarcar más tareas dentro del mismo oficio y, sobre todo, tienen los conocimientos para hacerlo.

Para ser contratista, eso sí, se necesitan una serie de licencias y permisos específicos, un seguro de trabajo y, que la actividad esté regulada legalmente, es decir, que la persona forme parte de una empresa o sea autónomo. Esto suele ser consecuencia de un coste mayor para el cliente. 

Diferencia entre un manitas y contratista

Un contratista es un especialista con licencia que hace las tareas que se le adjudican según su oficio, como un electricista o un lampista. En cambio, un manitas hace pequeños proyectos que no requieren de formación y la experiencia la ganan a lo largo de los años.

Si utilizamos un ejemplo para compararlos podemos situarnos en la renovación de una cocina, el manitas podría colocar los grifos, el contratista podría supervisar toda la obra de la cocina y trabajar, si es carpintero, en la fabricación de todos los muebles.

Aquí te dejamos algunos factores que pueden ayudarte a diferenciar un manitas de un contratista:

Coste y tamaño del trabajo 

Normalmente, los manitas no pueden asumir trabajos grandes, por un lado, porque cuando se supera una cantidad de capital a cobrar determinada, debe declararse. Por otro lado, porque, por norma general, no están dispuestos a hacerlo porque sus conocimientos en un oficio concreto suelen ser menos amplios que los de un contratista.

Experiencia

Un manitas suele tener conocimientos de diferentes oficios, puede asumir proyectos muy diversos, pero de dificultad baja. Un contratista está especializado en un oficio concreto, saben mucho sobre un tema y pueden asumir proyectos complejos.

La experiencia es un factor importante dependiendo del tamaño y la dificultad del proyecto, debes tener en cuenta que contratar a un manitas o a un contratista condicionará totalmente la manera de llevar a cabo el proyecto y de finalizarlo, o no, con éxito. 

¿Manitas o contratista? A quién contratar

Para saber si debes contratar a un manitas o a un contratista debes hacerte una serie de preguntas para saber, primero, qué tareas deberá hacer y, después, cuál de los dos perfiles es el más idóneo.

Es importante que sepas si la tarea a realizar necesita una licencia, si, por ejemplo, es una instalación eléctrica, no es recomendable que la haga un manitas, puesto que no tiene la formación necesaria para hacerlo. Si, simplemente es instalar nuevos botones en los enchufes de un domicilio, puede hacerlo un manitas. 

Deberás tener en cuenta también tu implicación en el servicio, si lo hace un manitas quizás tengas que guiarle más que si lo hace un contratista, sencillamente, porque un manitas no está especializado en tareas concretas y puede ser que necesite algo de ayuda. 

Por último, pregúntate si el servicio se enfoca más a una tarea de mantenimiento o es una instalación completa o una renovación laboriosa. Ten en cuenta que los manitas son más de pequeños proyectos, los contratistas, pueden abarcar proyectos de dimensiones mayores. 

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3 febrero, 2022